Yo sigo en la casa, pero ahora la casa es suya. He tenido que dejar el dormitorio principal para el matrimonio. Tampoco dispongo del siguiente en tamaño, ni del próximo. Son para el chico y el despacho respectivamente. Al menos me ha quedado el cuarto del servicio. Ahora me alegro de haberlo diseñado amplio, aunque Alfredo opinase que era un dispendio innecesario con una criada.
No me entendáis mal, los nuevos propietarios no son mala gente. Además, les gustó mi decoración, y apenas han tocado nada. Sólo los elementos más personales, retratos y cosas así. Y no paran demasiado en casa. A ratos me siento como antes; hasta que un cuadro fuera de sitio o el retrato de un extraño me devuelve a la realidad.
Es irónico. Los hijos se consideran una bendición, y no seré yo quien lo desdiga. Pero yo sufro esta situación precisamente por ellos. Sin herederos habría podido disfrutar más tiempo la casa para mí sola.
Cybrghost
Relato aparecido inicialmente el "El Microrrelatista".
Tengo que confesarte que no acabo de encajar este relato, Cybrghost.
ResponderEliminarEl cierre me pierde. Si habla de sus propios hijos, la lejanía inicial me despista. Pero no puede hablar de los hijos de los nuevos propietarios, porque entiendo que tienen sólo uno.
En fin, que seguramente hoy debo de estar un tanto espeso.
Ahora bien, me gusta la intensidad emocional del relato.
un abrazo.
me gusta, la incógnita es la que me vuelve loco..
ResponderEliminarun saludo
Se adivina que es un fantasma pero el rulo final, que ese fantasma sea la madre del nuevo propietario, y las palabras tan amargas que razona, son un puñetazo en el estómago.
ResponderEliminarBravo Cybr.!
¿Es una fantasma arquitecta? Me quedo con ciertas inquietudes...
ResponderEliminarUn abrazo.
Hoy debe de ser un día aciago para el lector de micros, es el segundo blog de micros que siembra la duda. Cybr, te digo como Pedro, debo de estar espeso hoy.
ResponderEliminarCuando uno se queda los bienes en usufructo es lo que pasa, que hasta los hijos te quitan tu propio espacio, aunque algunos se sentirían hasta afortunados de quedarse en el dormitorio de invitados, al menos, como tu porta, está en casa. Dura realidad, Cyb
ResponderEliminarMe parece que no lo dejé demasiado claro. Unos hijos han vendido la casa de su madre con su fantasma aún dentro. Esa es la idea del micro, pero algo salió mal.
ResponderEliminarPues será que a pesar del tiempo sin pasarme por aquí (holaaaaaaaaaaaa) te sigo pillando el truco pero... para mi desde el principio quedó claro que era claramente el fantasmita de la criada :DD
ResponderEliminarPues me alegro, a mi me pareció claro pero ya ves. Pensé que estabas desaparecidísima.
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