La
chica, desde muy joven, fue aceptada en la Hacienda como de la familia y,
pretendidamente huérfana, fue adoptada por D. Alonso. Desde temprano manejó con
astucia las situaciones a las que la enfermedad mental de su tío conducía.
Quemando los libros de caballería evitó que se creyera en uno de ellos. Dando
el mismo destino a las novelas pastoriles lo mantuvo atento a su finca. D.
Alonso parece mucho más centrado, no obstante, desde que comenzara a pretender
a su vecina Aldonza. Lo cual antoja un enigma su progreso ahora que ella ha
aparecido suspendida de un roble a la salida del pueblo.
Miguel Ángel Pegarz
cYBRGHOST
"Suspendida de un roble, a la salida del pueblo"... triste destino para Aldonza Lorenzo, mujer amada por el hidalgo, que nunca apareció en la novela, sino en sus imaginaciones personificada en Dulcinea, que tampoco aparece pero que ama. Entiendo que el juego literario es convertir en persona a Dulcinea (la imaginada) matando a la real (la labradora Aldonza) y de ahí ha surgido una historia nueva que deja a nuestro protagonista con un destino incierto.
ResponderEliminarMe gusta el engranaje de tu micro y de esta serie de Quijotadas que parece que tendrá secuelas. Un besazo escritor.
Celebro que te guste el engranaje. Si hay más relatos, aunque para mi éste es el mejor de los que me salieron. Los escribí en el Taller de las Conchas.
ResponderEliminarEl personaje del que habla es la sobrina del hidalgo.
¿Escritor? Frustrado Persistente, como dice la presentación. Me da más "alegrías" mis fotos en los últimos tiempos si miro las estadísticas. E
Gracias por leer (y analizar) y aún más por comentar.
Salud.