Erase una vez una niña con
la cabeza llena de pájaros. Un día se despertó con un terrible dolor de cabeza. Mientras
desayunaba, unos cuantos gorriones salieron de entre su pelo a por las migajas.
Al peinarse, un mirlo salió al pincharle el cepillo. Un águila escapó mientras
se vestía, formando un gran revuelo en la habitación hasta que acertó con la
ventana abierta. Mientras caminaba hacia la escuela, con cada saltito liberaba
una golondrina.
Así
fue pasando el día, perdiendo pájaros y cediendo el dolor de cabeza. Al final
del día, se encontraba muy feliz, con sólo un pequeño jilguero, su pájaro
favorito, cantando en su cabeza.
Miguel Ángel Pegarz
cYBRGHOST
Se trata de desprenderse de lo que nos sobra y quedarnos con lo que verdaderamente nos hace falta. Parece fácil pero no lo es.
ResponderEliminarSaludos